La cosa es más o menos así. Sin ningún juicio de valor tenemos que reconocer que la gran mayoría de los matrimonios (o concubinatos) constituidos en los últimos diez o quince años termina en divorcio. Especialmente cuando los dos eran menores de 30 al empezar. Entonces, lógicamente, hay en el mundo una cantidad importante de hombres y mujeres que "vuelven al ruedo" de las conquistas y las parejas y la mar en coche después de separarse. No digo nada nuevo, hay pilas de blogs (sin ir más lejos) que hablan sobre esto de una u otra manera.
Digamos, entonces, (y por hablar de un caso puntal) que L, una mujer soltera y sin hijos, y A, un hombre recuperado de su divorcio que tiene hijos chicos su ex, se conocen y se enamoran. Él tiene la tenencia compartida de los niños. Durante mucho tiempo L no forma parte de los días con hijos de A por una decisión comprensible de preservar ambas relaciones hasta afianzarse un poco. Después, todo fluye. L conoce a los niños, se llevan bien. La pareja funciona y, finalmente, A y L deciden convivir.
Con el trato más fluido, con la situación de la casa compartida, con la dinámica extraña de ser un poco amiga, un poco tía, y, un poco, quien pone algunos límites, un día alguno de los pibes empieza a decirle mamá a A. A ver, los chicos hacen esas cosas y le dicen mamá a la seño y seño a la mamá y así... ahora, ante esa situación:
Digamos, entonces, (y por hablar de un caso puntal) que L, una mujer soltera y sin hijos, y A, un hombre recuperado de su divorcio que tiene hijos chicos su ex, se conocen y se enamoran. Él tiene la tenencia compartida de los niños. Durante mucho tiempo L no forma parte de los días con hijos de A por una decisión comprensible de preservar ambas relaciones hasta afianzarse un poco. Después, todo fluye. L conoce a los niños, se llevan bien. La pareja funciona y, finalmente, A y L deciden convivir.
Con el trato más fluido, con la situación de la casa compartida, con la dinámica extraña de ser un poco amiga, un poco tía, y, un poco, quien pone algunos límites, un día alguno de los pibes empieza a decirle mamá a A. A ver, los chicos hacen esas cosas y le dicen mamá a la seño y seño a la mamá y así... ahora, ante esa situación:
¿se le explica a la criatura el error?
¿quién debería hacerlo? ¿L o A?
¿quién debería hacerlo? ¿L o A?







Después cayó HEIDI, una pendejita demasiado "pizpireta" que ya tenía muñones en lugar de manos de tanto rascarse (todo el día saltando por el monte...) y encima mugrienta (no se cambió de vestido ni una vez en toda la serie) y demasiado maquillada (¡¡¡¡Fíjense en la cantidad de rubor que se ponía la pendeja para su edad!!!!) y lo peor de todo esto, es que su única misión era poner al palo al pobre PEDRO. Pedro... Un adolescente en el medio del monte rodeado tan solo de cabras con una mocosa que le altera las hormonas... ¿Se lo imaginan? ¡¡¡Las que le habrá dedicado a Heidi!!!


