viernes, 23 de enero de 2009

Live and let die.

Anoche en una discusión de mujeres llegamos a la conclusión siguiente, que me gustaría compartir, ya que éramos un grupo de necias que, tal vez, necesitemos algo de guía para terminar de armar la idea general del debate.

Llegamos a la conclusión de que existen dos clases de mujeres (entre tantas otras clasificaciones arbitrarias y, por lo tanto, estériles): las dejadas y las que dejan

Las dejadas son, sistemáticamente, dejadas por todas sus parejas. Los hombres las dejan. Siempre. Sin importar que ellas cambien su actitud o no, los hombres nunca llegan a buen término con ellas, por h o por b.
Las que dejan, en cambio, no pasaron por esa situación. Son las que, con motivo o ante la posibilidad de verse dejadas, dejan primero. Como ejerciendo un poder de "esta es mi vida y con esto yo hago lo que quiero." No son particularmente malas, o mandonas, o cabronas, pero dejan.

Ahora bien, también existen dos clases de hombres: los dejables y los que dejan.

Los dejables son aquellos con características que hacen que las mujeres, sistemáticamente, los dejen. O porque no cambian la actitud, o porque no aprenden, o porque no saben.
Los que dejan no son particularmente malos, pero sí siguen con sus vidas en cuanto ven que algo no funciona como ellos quieren.

En un momento, arribamos al problema de las combinaciones posibles:
Dejada-dejable se puede tornar en una relación aburrida, larga, rutinaria, sencillamente porque ninguno está acostumbrado a pelear o cuestionar nada. Ni hablemos de dejar.
Las y los que dejan pueden durar lo que el alba. Se van a divertir, se van a matar, tal vez tengan tremenda química, pasión y piel, pero no tienen futuro.
Las otras dos combinaciones no hacen más que confirmar la teoría y demostrar que el mundo tiene un cierto equilibrio, a pesar de.

¿Comentarios, agregados, tiradas de oreja al respecto?


17 comentarios:

Lucas.- dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lucas.- dijo...

Como dejador nAto, debo decir que siempre tengo la muy mala suerte de cruzarme con mujeres dejadas...

Quiero una que me deje!!! claro, con al agregado de la quimica, buen sexo, unas vacaciones y las peleas antes!!! jaja

Minerva dijo...

Creo que "los que dejan" son menos habituales. No se... parece que en este aspecto ellos suelen ser mas comodos, o cobardes.

Hay otro grupo en el cual me incluyo y es el de las que, por querer dejarlos, dan vuelta la torta... se hacen dejar.

Minerva dijo...

Lucas, SORREI GORDOOOO

Juntate conmigo vas a ver como te dejo shorando como moria

aguanteelamor dijo...

alguna vez me han dejado y al revés tambien !

pero....

"Las y los que dejan pueden durar lo que el alba. Se van a divertir, se van a matar, tal vez tengan tremenda química, pasión y piel, pero no tienen futuro."
esta esta esta !si si ahi es donde me ubican ! es mi combinación .. jaaja .

beso!

Lucas.- dijo...

jajaja... mirá nena.. no me busqués!!

La idea no es dejarme llorando.. la idea es dejarme.. No podés, lo se....

Pensalo, eh?




(jaja.. soy insoportable, no me dejarías, saldrías corriendo!)

Minerva dijo...

jaaja... yo sé que vos sabés... picaflor

Minerva dijo...

Boludo, sos de Virgo... los sospeche desde un principio!

l dijo...

No es mala suerte. El dejador nato huele a las dejadas.
Las que dejan son, para el dejador nato, un desafío mayor. Y pocas veces se animan a enfrentarlo.

Por lo pronto, porque las dejadas MUEREN por los dejadores natos. Y las que dejan saben que el dejador nato las puede hacer tambalear.

Parece tan sencillo todo, con dos pares de clasificaciones, pero es un tantín más rebuscado.

Figo dijo...

pues en parte es cierto...existe cierto balance nunca perfecto pero tiende al mismo...lo malo es que a veces el dejador o dejado pasa a ser uno u otro simplemente por hablar primero cuando se sabe que no llega a mas...y es una categoria un tanto injusta quizas para ambos...

si es cierto lo que dice minerva que somos un tanto mas comodos o cobardes...pero por lo general llegamos a un punto...no se si eso nos convierte en dejadores per se

lexi dijo...

la mayoría de los hombres deja, solamente cuando se enamora de otra,sino siguen contra viento y marea (especialmente los casados) las mujeres dejamos porque generalmente nos aburrimos...
mi opinión...



saludos

eterno sindrome pre menstrual dijo...

creo qu elo peor no es ser del grupo de las dejadas
SINO...
CONTARLE A TU RELACION SIGUIENTE
QUE SIEMPRE TE DEJARON

GRAVE GRAVE ERROR

Eso hace que una se ponga a pensar
"Si a este, todas lo dejaron, algo de pelotudo tiene que tener... O NO?!"

saludos
v

yo misma dijo...

hay que dejar y saber ser dejado

yo dijo...

Coincido con "yo misma"

A mi me han dejado y también dejé (y.....acá va el tirón de orejas...........
no dejé porque "me adelanté" al otro sino porque no le veía futuro a la relación aunque él era un pibe muy dulce y bueno...no voy a entrar en detalles).

(no sé si ser de Virgo tiene algo que ver pero no tengo tupé en dejar a alguien si veo que la cosa no dá para mas)

Es un muy buen tema para hacer un post sobre "el por qué" de las mujeres que siempre son dejadas.

Saludos!!:)

L. dijo...

Soy de las que dejan, pero jamás dejé por algún temor a que me dejen antes a mi. Dejo porque me aburro, y quizás porque me doy cuenta antes que el otro que no va a funcionar. Puedo vaticinar los fracasos y elijo no perder el tiempo.

O también...quizás siempre me cruzo con los dejables.

johi dijo...

No soy ni dejadora, ni dejada, se trata de llegar al común acuerdo, y si se llegó a eso, es porque ambos, en momentos diferentes, planteó lo mismo.

A no seeeer, que se este hablando de relaciones pedorras, que no llegan a nada y uno pueda darse el lujo de decir, "soy dejador/a", si no, no tiene sentido alguno ir "gritandolo" como una virtud.

Fender dijo...

Bueno, por supuesto que hay esas categorías, pero hay otras: el dejado pasivo-agresivo, el dejador indeciso que vuelve, la dejadora melancólica, etc.

En la vida real conozco gente que ha dejado y lo han dejado. Un servidor, por ejemplo. Supongo que tiene que ver con cada relación y con el estado de ánimo de la década.